He sacado mis viejos relojes en los oscuros cajones guardados. He intentado ponerlos en orden pero no lo he logrado. He salido de casa esta noche sin saber lo que estaba buscando; preguntando a todos por tu nombre, pero no te he encontrado. Así que me duermo esperando que pase la madrugada no sé si podré soportar veinte horas de nada.
No hace falta que te diga que me muero por hacer que el tiempo pase más de prisa y volverte a ver...
No hay comentarios:
Publicar un comentario